viernes, 13 de octubre de 2023

Mis jóvenes amigos!

Este verano he recibido la visita frecuente de algunos jóvenes del pueblo: Ignacio, Juan, Juan Antonio, Luis y Samuel, que venían a acompañarme y cuidarme. Con sus manos minúsculas pero con una voluntad, capacidad de trabajo e ilusión gigantes han dado un ejemplo de lo que se puede hacer si se quiere. ¡Muchas gracias muchachos por vuestra ayuda y ejemplo!

Han arreglado los accesos al molino, algo que parecía muy complejo, ellos lo han hecho posible. Dentro de sus posibilidades y con los medios que contaban, han arreglado los accesos para que pueden visitarme personas más mayores y con dificultad de movimiento ¡qué poco pensamos en los mayores! Parece que sobramos... 




Han limpiado todos y cada uno de mis aposentos y han tratado mis instalaciones y máquinas contra la carcoma... Han cortado ramaje que amenazaba mi tejado... Además, han adornado tres de mis habitaciones: el despacho, la cocina y el taller. Con pocos medios, pero con una gran ilusión y grandes colaboraciones, como la de la familia Sánchez Moreno, que han donado el banco de trabajo y un soporte para las herramientas de la carpintería de mi amigo (y amigos de todos) Enrique Sánchez en la calle Fuerte, y cosas para el despacho de José Sánchez. Y a Carmen de Ciudad Real que les ha donado muchas cosas tanto para el taller como para la cocina, además de darles consejos y asesoramiento para mejorar las visitas ¡Ha quedado precioso! Y de esto no pongo ninguna foto para que vengas a verme ... 





También hemos tenido la ayuda de grandes amigos como Juanjo, que les ha proporcionado a mis jóvenes amigos herramientas para facilitar su trabajo. Palas, sierras, tijeras de podar, sopladoras,... todo lo que han  necesitado. ¡Qué importante es tener buenos amigos! 



Mis jóvenes amigos se han comprometido conmigo para ayudarme a volver a traer el agua por mis acequias, no quiero morirme sin volver a escuchar el rumor del agua y las caídas del agua hacia el río. Sé que es muy complicado o casi imposible, sin ayuda, pero me gusta tanto verlos a mi alrededor que no quiero quitarles las ganas de luchar... ¡Ojalá esto lo lea quien pueda ayudarles! y ¡ojalá quiera ayudarles! Me cuentan que están pidiendo ayuda... con sus pequeñas voces lanzan gritos de ayuda. 







 


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