Querida Leticia Martín,
Este verano tuve la inmensa suerte de cruzarme en tu camino, cuando, con tu cuaderno y grabadora en mano, llegaste hasta mí para conocer mi historia. Como bien sabes, mis jóvenes amigos y cuidadores me han llenado de vida, devolviéndome el aliento de otros tiempos. Y fue un honor poder contarte todo lo que hemos compartido en estos últimos meses, para que tú, con esa mirada sensible que te caracteriza, pudieras transmitirlo a los lectores del diario Ideal, en tu artículo titulado "Los pequeños restauradores del último molino de Alhama" del día 27 de agosto de 2024.
No sabes la alegría que me dio verte descubrir cada rincón, entender el esfuerzo de quienes me cuidan y restauran, y reflejar todo esto en un artículo tan hermoso. Tu capacidad para captar no solo lo que soy, sino lo que significo para los jóvenes que me acompañan, me dejó emocionada. Esas palabras tuyas no solo narran una historia, sino que también la hacen brillar.
Gracias por haber escuchado con tanto cariño y atención mi historia, su historia. Estoy segura de que nuestro camino no ha hecho más que empezar y que, en algún momento, nos volveremos a encontrar. Mientras tanto, te deseo toda la suerte del mundo en tu prometedora carrera periodística. Que sigas llenando páginas con historias que, como la mía, merecen ser contadas. Sigue brillando como hasta ahora.
Espero también que el pequeño obsequio que te dimos te haya gustado tanto como a mí me encantó compartir mi historia contigo.
Con afecto y gratitud,
@fcalapurisima
Nota: Mis jóvenes amigos, que saben más que yo de esto, me han dicho que firme con mi usuario de las RRSS
Samuel haciendo entrega del reconocimiento a Leticia |