sábado, 19 de marzo de 2022

Regreso al futuro!

A veces la vida, cuando menos te lo esperas, te da sorpresas. En este caso, una sorpresa muy agradable, transportándome más de 20 años atrás, para permitirme recuperar algunos sentimientos que tengo y que quedaban en mi recuerdo sobre mi padre Juan Castro Valladares. Pero vayamos por partes...

Hace algún tiempo supe de la existencia en Almodovar del Campo (Ciudad Real) de una fábrica de harinas que tenía el mismo nombre que la nuestra "Fábrica de harinas La Purísima". Siempre quise ir a verla funcionar pero creía que su maquinaria era moderna y al final no lo hice (¡cuánto me arrepiento!). Hace aproximadamente 15 días volvió a cruzarse en mi camino La Purísima de Almodovar del Campo, cuando leí un artículo en el que informaba del renacimiento de "La Purísima" como museo integro del oficio de molinero, que transformaba el trigo en materia prima para el pan y derivados. En 2019 dejó de funcionar y en 2021 la familia Ruiz García Minguillán, segunda generación de molineros, convierte el espacio y las maquinarias de la fábrica en museo, para preservar y dar a conocer un oficio antiguo, un espacio único y un modo de vida de esa parte de La Mancha que no querían que se olvidara.  

Sin duda alguna un atractivo cultural y turístico para el pueblo de Almodovar del Campo, así que pensé que se visitaría a través de la oficina de turismo, que es la Oficina de Turismo del Valle de Alcudia, donde se puede encontrar información sobre rutas urbanas y naturales por toda la comarca del Valle de Alcudia. Tras contactar con ellos, me informaron que estas visitas se hacían solo con reserva y a través de los propietarios de la fábrica, proporcionándome el teléfono de Jacinto Ruiz (si queréis concertar cita debéis llamar al 667 580 334).

El miércoles día 9 de marzo contacté por primera vez con Jacinto, el artífice de esta locura (¡bendita locura!) para hacer la visita a la fábrica en el fin de semana del 12 o 13. En esa primera llamada me comentó que ese fin de semana tenía visita de su hija Patricia, que cumplía años, y que estaba de visita con sus amigos al pueblo, teniendo prevista una visita a la fábrica a lo largo del fin de semana. Rápidamente nos integró en el grupo, haciéndonos participes de esa visita familiar, y quedamos en que hablaríamos más cerca del fin de semana para decirme la hora en concreto de la visita, que sería el domingo día 13.

El día 13, a pesar de las previsiones meteorológicas, amaneció nublado pero sin lluvia. Tal y como quedamos, a las 10:00 recibí la llamada de Jacinto para quedar en la puerta de la fábrica a las 11:30. Así que por fin iba a poder ver la fábrica de harinas La Purísima.


Cuando nos encontramos a Jacinto en la puerta, ya se percibe la ilusión del que disfruta enseñando su fábrica y su obra, él allí ha echado "muchas, muchas, muchas horas, haciéndolo poco a poco y trayendo todo lo que acompaña al museo", ya que en él podemos encontrar muchos aperos antiguos que fue atesorando y que se muestran de forma concienzudamente ordenada a lo largo de las 11 salas de exposición que constituyen el museo. En él se muestra una "historia tan antigua como actual sobre cómo se cultiva la tierra para obtener el trigo que más adelante se convierte en harina para hacer el pan que comemos todos los días".  Como complemento al museo, hay un proyecto conjunto de Jacinto, con sus hijos, Patricia y Jacinto, llamado "Aperos" dónde se puede conocer más sobre su amor hacia los objetos antiguos, su restauración e historia; así como de las tradiciones y costumbres de su tierra. Aconsejo la visita a la web, es muy interesante.





Después de unos minutos con Jacinto, empezaron a llegar el resto de miembros del grupo, Patricia, su hija y sus amigos. Y es aquí cuando vuelvo al pasado... En la primera entrada de este blog, en la titulada "Echar a andar", ya hablé de aquellas ocaciones en las que yo o alguno de mis hermanos, llevábamos amigos a visitar nuestro pueblo Alhama de Granada, y siempre le pedíamos a nuestro padre que ejerciera de 'cicerone' y les enseñara y contara la historia de Alhama. Este paseo o visita siempre tenía una parada en el molino, donde mi padre hacía un recorrido por todas las estancias y rincones del edificio contando su historia y funcionamiento. 

A mi padre se le iluminaba la cara cuando hablaba de su molino y pueblo, transmitiendo su ilusión a quien lo escuchaba. A nosotros nos gustaba pasear con él escuchándolo contar sus historias, sus vivencias, sus recuerdos... Me proporcionaba mucha felicidad aquellos ratos. 



Pues esa felicidad volví a sentirla en esta visita con Jacinto. En esta ocasión nosotros éramos unos de los amigos de visita en el pueblo, así nos hicieron sentirnos, amigos de la familia. Pero la ilusión de Jacinto contando cada una de las estancias del molino, cada una de las máquinas, la historia de alguna pieza singular... era la ilusión de mi padre contando la historia del suyo hace más de 20 años.




Disfrutamos mucho de la visita, muchísimo, a lo largo de las once salas (Sala de los Molinos, Sala de Caídas, Sala Piso Superior,  Sala de la Limpia, Sala Almacén de Harina, Sala del Motor Principal, Sala parte Baja de la Limpia, Sala Almacén de Trigo, Sala Nave de los Depósitos, Sala de los Depósitos de Trigo, Sala Aperos) que cuentan con carteles explicativos y con códigos QR que llevan a videos de Jacinto explicando lo que encuentra el visitante en cada una de ellas. Aprendí mucho y disfruté mucho las explicaciones de Jacinto. Me habría encantado haberla visto funcionando, pero bueno... nos conformaremos con haber conocido a un molinero al que le debo una visita más adelante para seguir aprendiendo sobre el funcionamiento de las fábricas de harinas. En una próxima entrada del blog contaremos la historia de este molino y de la familia Jacinto Pérez-Serrano y Manuel Ruiz Acero, tío y padre de nuestro anfitrión, en quienes encontramos el origen del molino en el año 1933. 

Al final de la visita, como no puede ser de otra forma, nos hicimos unas fotos de grupo. ¡Muchas gracias por hacernos sentir amigos de la familia! A todos los que estéis leyendo esta entrada os recomendamos la visita a la fábrica. 




Y así, el domingo día 13 de marzo a las 14:00, finalizó nuestra visita a la fábrica y mi vuelta al pasado, y aunque Jacinto quería que siguiéramos con ellos para tomar una cerveza, nosotros teníamos que regresar al futuro, aunque como he dicho volveré a viajar al pasado para hablar con Jacinto, para aprender más sobre el proceso de molienda, y para tomar esa cerveza que tenemos pendiente y en esa visita, como siempre en mi día a día, me acompañará mi padre. Por ahora, y con esta primera visita damos por hermanados a nuestros molinos y quedo a la espera de la visita de Jacinto y su familia a nuestro molino, espero ser, como lo fueron ellos, un buen anfitrión. 

Papá, en el día 19 de marzo, fecha de la publicación de esta entrada en el blog, ¡Feliz día del padre! Te echamos de menos.




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