Historia del Molino

Familia Castro Valladares, mi abuelo Manuel Castro y mi abuela Francisca Valladares, con mi tía María, Conchita, Mercedes, mi tío Manolo y mi padre, aún no ha nacido mi tía Silvia.
La historia de la Fca de Harinas La Purísima, antes conocido como "el Bajo", es la historia de una familia, mi familia. En esta sección voy a intentar resumir la historia de La Purísima, tal y como me la contó mi padre, Juan Castro, y yo la recuerdo.

Juan Castro Valladares


La historia comienza en mayo de 1940, año en el que D. Francisco Gómez Alvarez-Campana traspasa el negocio a mi abuelo Manuel Castro Morales y su cuñado Miguel Valladares Ruiz con una opción de compra del edificio. Casi tres años más tarde, el 2 de Junio de 1943, mi abuelo compra la mitad del negocio de su cuñado, por sesenta mil pesetas a pagar de la siguiente forma: treinta y dos mil trescientas sesenta y dos pesetas en el momento de firmar el contrato como señal y parte de pago y el restante diez mil pesetas el día 10 de junio de 1943 y el restante de diez y siete mil seiscientas treinta y ocho pesetas para el día 15 del mismo año. El 18 de abril de 1944, mis abuelos hacen efectiva la opción de compra y adquieren el edificio. Aunque en su denominación aparezca el término fábrica, lo que mi abuelo compra fue un molino maquilero.

Mi abuelo, Manuel Castro Morales
 
Sello que acompañaba a los sacos de harina

El molino maquilero es un molino de harina donde ésta se obtenía por el sistema tradicional de muelas y el importe de la molturación se cobraba en especie, es decir en grano molido: Todo molinero tenía derecho a una cantidad de gránulo molido en concepto de pago por el uso del molino. A esta cantidad se la denominaba la maquila. Con la maquila el molinero podía venderla o usarla para hacer pan, si asociado al molino había una panadería, como era el caso de La Purísima. La panadería "La Higiénica", situada en la calle Académico Hinojosa, fue la panadería familiar que se dedicaba a la elaboración de panes y derivados de la harina procedente del molino. A esta panadería también le proporcionaba harina el molino "La Perla", situado en el mismo edificio que la panadería y propiedad de la familia. Este molino se puso en funcionamiento en el año 1941 con una capacidad de molienda mucho menor que la de La Purísima y que funcionaba con energía eléctrica. 

Autorización de la industria La Higiénica del año 1945
El auto-consumo de la harina producida tenía unas razones de orden económico, que son:
  1. El fabricante de harinas, que era a la vez auto-consumidor total o parcialmente de las mismas, llevaba en sus propias adquisiciones, entre otros los siguientes beneficios: Suprimía riesgos comerciales; Eliminaba el pago de comisiones a representantes; Anulaba los gastos de transporte de las harinas o sémolas; y Excluía gastos de timbre y quebranto de papel comercial.
  2. Las industrias panaderas asociadas, adquirían la materia prima en condiciones muy ventajosas, lo que les permitía fuertes competencias. 
Otra característica que diferenciaba a un molino maquilero de una fábrica es la limitación en la cantidad de molturación diaria, que debía ser inferior a 3.000 kilos.

La reconversión de molino maquilero a fábrica se produjo en la década de los 50, cuando el molino fue modernizado con nueva maquinaria en la búsqueda del aumento de su rentabilidad (mayor productividad a un menor coste) y competitividad. Otra causa aunque en menor medida fue por imposiciones legales ya que para poder usar la nueva maquinaría necesitaban una licencia de fábrica. En las fábricas de harinas la molturación se realizaba por el sistema de cilindros o Austro-húngaro, encargándose los industriales harineros de todo el proceso, desde la compra de trigo, proceso de molinería (limpia, molturación, cernido y sasado), envasado, venta, y transporte. Conviene resaltar que todas las operaciones de compra y venta se realizan siempre en metálico. 

El sistema Austro-hungaro reemplaza las piedras tradicionalmente usadas en la molienda por cilindros de fundición, y puede considerarse la gran invención de la molinería. Aún siendo descubrimiento de 1839, su implantación real no ocurre hasta 1873. A España llegan en el año 1881, inicialmente se implantan en Zaragoza y Palma de Mallorca, aunque rápidamente se propaga por todo el país.  

Esta modernización implicó distribuir la maquinaria adquirida por el edificio, buscando que el circuito que debía seguir el grano hasta convertirse en harina fuera el adecuado para facilitar su conexión y que el sistema de aspiración, imprescindible en este tipo de instalaciones, fuese correcto y efectivo.

 
Mi abuelo, que ya había trabajado como molinero arrendado en el molino de Cacín, al igual que ya había hecho su padre en el molino Mochón de Alhama, era el que dirigía todo el trabajo que se realizaba en el molino y el que llevaba el negocio. Junto a él llegaron a trabajar hasta seis personas en distintas épocas: Antonio Serrato, Antonio Hinojosa "El Sereno", el maestro Serrano, según mi padre, una institución como maestro harinero y el mejor picador de toda la zona que realizaba la sintonía fina de la piedra, Manolo Alférez (desde 1960 hasta el cierre de la fábrica en 1974) y Pedro Calvo (desde el principio hasta 1960) como arrieros. Además, en la fábrica también trabajó mi tío Manolo Castro.

Tarjeta de visita empleada por mi abuelo en los negocios 
La jornada laboral estaba regulada por el Sindicato y consistía en jornadas de mañana y tarde con un total de 8 a 9 horas. En una jornada normal, mi abuelo controlaba la administración y contabilidad de la fábrica, llevaba el Libro Oficial de la Fábrica. Mi tío Manolo era el que mejor conocía toda la instalación y el que estaba capacitado para detectar con rapidez y resolver con agilidad las averías que aparecían en la instalación. Su actividad diaria dentro de la fábrica era de las más variada: revisaba toda la instalación y repasaba las telas de seda, las telas de metal, correas, etc... y hacía limpieza de la maquinaria. Los otros cinco trabajadores consistían en la arriería, el empaquetamiento de la harina, el vaciado de costales de trigo al trambullón de recepción de trigo, distribuían los pedidos a los clientes, cosían los sacos una vez llenos de harina, recogían el trigo de los silos con camiones, etc.

Libro de Ventas y Operaciones de La Purísima
Mi tío Manolo y Manolo Alférez cargando un burro con harina

A la muerte de mi abuelo, en enero de 1970, la tradición fue continuada en parte por mi tío, Manolo Castro y mi padre, que compatibilizaron el trabajo con sus estudios. Mi tío Manolo la tuvo en funcionamiento hasta 1972, en que por razones de acceso, comenzó a no ser rentable y dejó de moldurar definitivamente. Además, a esto hay que unir las dificultades económicas a las que se enfrentó por el impago de una deuda que llegó a arruinar el negocio.


Originalmente el molino poseía una pareja de piedras tipo La Ferté "Exposición" de 1,20 mts de diámetro, enrayadas a izquierda, con cernido y clasificado de harinas. La búsqueda de un mayor rendimiento llevó a su sustitución por nueva maquinaria industrial: molinos de cilindros, planchisters, sasores, etc.

La maquinaria actual del molino data de mediados del siglo XX y procede de la fábrica alicantina Francés y Berenguer.  Fundada por Herminio Francés y por los hermanos Berenguer (José Mª y Miguel) después de la guerra, esta empresa se dedicaba a la construcción de maquinaria moderna para molinería y panadería, y a la instalación y transformación de fábricas y molinos de harinas. La empresa tuvo renombre en el campo por lo innovador de los diseños de sus máquinas y por su excelente trabajo en la planificación e instalación de fabricas, llegando a competir con las casas suizas Bühler y Daverio a nivel internacional o superando a las catalanas Morros y Pané y aragonesas Averly y Goñi.

A comienzos del 50, se sustituyeron los empiedros por cilindros, con autorización por parte de la Delegación Provincial del Ministerio de Industria de 20 de enero de 1962. Su capacidad de producción o metros trabajantes era de 1,75 metros, por lo que para superar las inspecciones del Servicio Nacional del Trigo y Fiscalía de Tasas fue necesario cortar las longitudes de los cilindros a 1,72 mts. Los elementos que posee el molino son los últimos modelos que ofrecía la empresa Francés y Berenguer Hnos., S.L.:
  • tres molinos de cilindros dobles (modelo M), con dos pares de cilindros de 0,35 mts cada par, dos pares de 0,20 mts, un par de 0,26 y otro de 0,36 mts; 
  • una cepilladora de salvado con tambor de 900x500x360mm (modelo B.L.); 
  • dos desatadores (modelo F.B., nº3); 
  • un limpia trigo, Lavadora-Deschinadora (modelo A.B.); 
  • un satinador de trigo (modelo T-bis nº3); 
  • dos planchisters (modelo L.B.) con 16 bandejas y 8 calles; 
  • un sasor doble (modelo A nº3) con 6 bandejas de 0,30 por 0,50 mts; 
  • un recolector de 120 mangas;  
  • un torno divisor de salvado;
  • un aspirador metálico de 60 mm.
  • una turbina hidráulica tipo Francis para movimiento de toda la fábrica; y
  • un motor de gasolina Vellino de 12 c.v. (como reserva). 
La distribución y el sistema de elevadores de trigo y harina fue diseñado, realizado y montado también por la casa constructora Francés y Berenguer Hnos. No se posee en la actualidad el plano de montaje.


Su potencia de instalación permitía moler diariamente de cinco a seis mil kilos, aunque no solía superar los tres mil, por cuestiones legales. En sus últimas temporadas, su molturación fue la siguiente:
  • Molturación media Campañas 66/67 a la 68/69: 1.136,52 Quintales métricos.
  • Molturación Campaña 69/70: 775,82 Quintales métricos.
La forma en la que esta maquinaria se distribuía por el edificio se puede consultar aquí
    Mi tío Manolo, en el momento del cierre de la fábrica, siempre pensó que podría ponerla en funcionamiento en cualquier momento y decidió junto con el resto de la familia no vender la maquinaria. La Purísima es la única fábrica de harina de la zona que mantiene toda la maquinaria e instrumentos productivos en un excelente estado de conservación, si bien hay que tener en cuenta el paso del tiempo y los años de improductividad. No obstante, pueden ser considerados un testigo de excepción de una época.